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Tema: Como reacciona nuestra piel cuando la exponemos al Sol?

Respuesta

Gregoria Ojeda 03.08.2014
1/ Cuando nos exponemos al sol, nuestra piel se defiende
produciendo melanina. Por esta razón, nos bronceamos. Cuando
nos sobreexponemos a la radiación UV, nuestra piel es perjudicada
y se quema. A largo plazo, las exposiciones a los UV pueden
provocar enfermedades como cáncer de la piel

Re: Respuesta

Maritza 03.08.2014
El aumento de la radiación UV es peligroso para la vida. Hay que resguardarnos del sol! Excelente articulo

SALUD INFANTIL

Qué es el Astigmatismo en niños, conoce sus causas, síntomas y tratamiento

El astigmatismo es un problema en los ojos que les impide a los niños ver correctamente. El astigmatismo es causado por una irregularidad en el cristalino o en la córnea del ojo lo que hace que las imágenes que vemos se vean deformadas.

Durante los primeros años de vida la visión de tu bebé está en pleno desarrollo, puede que sufran de algún grado de hipermetropía y astigmatismo, pero lo normal será que vaya desapareciendo y que a los cinco años ya se estabilice su visión, de todas maneras podrás llevarlo a control para comprobar que todo vaya bien.

Causa del astigmatismo en niños:

  • Una de las principales causas del astigmatismo se debe a una causa genética o hereditaria, es decir, uno de los padres es el que traspasa esta afección al pequeño. 
  • Puede ser causada por una intervención quirúrgica.

Los principales síntomas que pueden ayudarte a reconocer si tu hijo o hija tiene astigmatismo son:

  1. Si lo ves apretando los ojos cuando está mirando un objeto que puede estar cerca o lejos.
  2. Si sufre dolores de cabeza
  3. Si se marea sin causa aparente
  4. Si siente picor en los ojos
  5. Tratamiento del astigmatismo

El cuidado de la visión es muy importante, por ello, detectarlo a tiempo es vital para poder corregir la vista de tu hijo o hija y así evitar que tenga problemas en su vida diaria o cuando llegue a la edad adulta, ya que muchas veces se puede erradicar del todo el problema. 

El astigmatismo suele estar relacionado con la miopía o con la hipermetropía, dos anomalías muy comunes en niños y adultos. En el caso del astigmatismo infantil el tratamiento más recomendado es el uso de gafas o lentillas y cuando ya se es adulto si el problema persiste se recomienda cirugía láser.

Hoy en día existen un sinfín de gafas pensadas para los más pequeños, existen muchos modelos y colores para que el niño o niña que deba usarlos no se sienta mal y por el contrario se sienta más guapo.

Miedo a la oscuridad: Algunos consejos para superarlo

Plantear juegos que impliquen vendarse los ojos o dejar encendida una luz tenue por la noche son algunas ideas para que los pequeños superen su miedo a la oscuridad.

1- Juegos para vencer la oscuridad

Se pueden plantear juegos que impliquen vendarse los ojos, como el gallito ciego, reventar una piñata. Estas actividades permiten interactuar con el mundo sin utilizar la vista. También se pueden hacer juegos en la semipenumbra, como sombras chinescas. Y en la penumbra se pueden contar cuentos o hacer juegos como reconocer objetos a través del tacto.

2- Dejar encendida alguna luz tenue.

Lo recomendable es que casi no ilumine, sólo de un poco de claridad a la habitación. Si el pequeño se despierta con miedo encienda esta luz, y no la principal. Es muy importante no encender la luz como solución.

3- Generar rutinas relajantes.

Puede incluir un baño, contar un cuento, tomar un vaso de leche. Las rutinas relajan y ayudan al niño a conciliar el sueño.

4- Acompañar al pequeño

No conviene obligarlo a hacer algo que no quiera en la oscuridad -por más que sea con el supuesto fin de vencer sus miedos-, ni amenazarlo con el posible castigo de encerrarlo a oscuras en su habitación. Por el contrario, hay que felicitarlo por sus gestos de valentía.

 

Pediculosis: los molestos y contagiosos piojos

Los piojos son insectos parásitos sin alas que viven en dos etapas: cuando son huevos se les denominan liendres.

Éstas se alojan en el pelo, se parecen a la caspa, pero no salen del pelo si se sacuden o peinan con cualquier cepillo o peine. Se demoran entre una a dos semanas en eclosionar.

Más tarde, en estado adulto se denominan piojos o ninfas. Son más o menos del porte de una semilla de sésamo. En una primera etapa son pequeñas -ninfas-, luego de 7 a 14 días se transforman en piojos adultos.

Cuando los piojos infectan la cabeza de una persona, más común en menores entre 3 y 12 años, más en niñas que en niños, se le llama pediculosis.

Esta infección no tiene nada que ver con la limpieza o con el nivel socioeconómico de los niños, sino que los pequeños siempre tienen más contacto físico (contacto cabeza con cabeza) entre ellos al jugar, por lo que estos parásitos se propagan más fácilmente.

De manera preventiva, es importante que de vez en cuando se revise la cabeza de su hijo o hija poniendo énfasis detrás de las orejas y en la nuca, ya que es el lugar preferido de las liendres y piojos por el calor. Aunque los piojos son pequeños y escurridizos, las liendres se pueden ver con luz directa. Si cuesta demasiado verlos, se puede utilizar una lupa.

Lo anterior se recomienda, porque aunque en la mayoría de los casos presentan picazón, ya que la saliva de estos "bichos" provoca una pequeña alergia, y su pequeño puede no presentar este síntoma.

Es importante señalar que si hay mucha picazón y se producen heridas, éstas pueden infectarse y supurar. En consecuencia, el pediatra podría recetar algún medicamento.

Luego, al diagnosticar la pediculosis, el pediatra podrá ordenarle utilizar un champú, cremas, spray o cualquier otro método disponible en el mercado para exterminarlos.

Es de vital importancia seguir al pie de la letra las indicaciones del médico y del producto en cuestión (estos productos son insecticidas), ya que el exceso de químicos podrían ocasionar alergias. Además, se pueden utilizar peines con dientes muy finos para tratar de eliminar las liendres.

Si su hijo tiene menos de tres años es poco probable que el médico recete algún tratamiento químico, por lo que es importante lavar el pelo y peinarlo con frecuencia, revisar y exterminarlos de manera manual.

En casos muy extremos, se podría recomendar medicamentos por vía oral si es que la infestación continúa a pesar de todos los tratamientos externos. Sin embargo, se insiste que esto sólo puede medicarlo un profesional.

Asimismo, no es necesario fumigar el hogar, porque los piojos sólo viven dos días fuera del cuero cabelludo. Se aconseja lavar con agua caliente las fundas de almohadas (incluso estas últimas si quieren prevenir de manera más extrema) y ropa de cama.

Además, se deben dejar remojando por una hora con alcohol (agua caliente o el producto recetado) los implementos para el pelo: peinetas o moños, o simplemente, botarlos. También, los peluches o ropa de cama que no se puedan lavar con agua y jabón, hay que lavarlos en seco o dejarlos en bolsas herméticas por dos semanas.

Es importante considerar que los piojos y liendres no se contagian a las mascotas ni vicerversa.

En último lugar, se recomienda visitar al pediatra al notar una liendre o un piojo, sin olvidar dar aviso en el centro educacional para prevenir el contagio entre compañeros.

Si no se comunica, este problema podría persistir. Es cierto que la vergüenza puede existir, pero es un tema que a todos los niños (insistimos, no tiene nada que ver con falta de limpieza o nivel socioeconómico) y, en consecuencia, librarse de ellos depende de todos.

 

8 recomendaciones para proteger a los niños alérgicos del sol

1. Acudir al especialista si se ha padecido alguna reacción alérgica, para conocer a qué se deben y aplicar un tratamiento especifico.

2. Utilizar crema solar de alta protección infantil no perfumada, incluso los días nublados. La crema debe aplicarse por lo menos 20 minutos antes de exponerse al sol y debe repetirse su aplicación con frecuencia (aproximadamente cada 2 horas) o después de nadar o practicar deporte (incluso aunque se utilicen cremas resistentes al agua).

3. Tomar el sol con precaución y de manera paulatina.

4. No tomar el sol después de rociarse con colonias o perfumes.

5. Tener precaución con la vegetación, en especial si la exposición al sol se produce en praderas, bosques o parques.

6. Consultar el prospecto, en caso de que los niños estén tomando medicamentos, para conocer las posibilidades reacciones de fotosensibilidad y, en caso de duda, consulta con el médico.

7. Usar gorros y prendas de ropa que protejan de los rayos solares. Ten en cuenta que las telas blancas, sobre todo el algodón, la franela ligera y las telas que se adhieren a la piel, no ofrecen demasiada protección. Cuanto más compacta sea la textura de la ropa, mayor será la protección solar que ofrece.

8. Evitar en lo posible la exposiciónentre las 11:00 y las 16:00 horas, así como la luz reflejada (agua, nieve, arena), que es tan dañina como la directa.

Síntomas de la alergia al sol en los niños y bebés

- En la urticaria solar, los síntomas aparecen a los pocos minutos de la exposición solar. La piel se enrojece y surgen habones dispersos, que tienden a agruparse formando placas, que desaparecen generalmente tras unas horas al cesar la exposición. En ocasiones, los casos especialmente graves han experimentado también mareo, ahogo y dolor de cabeza tras la exposición de áreas corporales extensas.

- En las reacciones fototóxicas, lo primero que se observa es una quemadura solar exagerada, que afecta a las áreas de la piel habitualmente expuestas. Son reacciones inflamatorias que producen lesiones cutáneas, se deben a la transformación de determinadas sustancias químicas presentes en la piel por acción de la luz. La zona enrojecida presenta también una sensación punzante o de quemazón, que posteriormente puede derivar en una hiperpigmentación. Suele mejorar al cabo de una semana. Si la reacción es muy intensa, pueden incluso formarse ampollas. Este tipo de reacciones son mucho más frecuentes que las fotoálergicas y pueden aparecer ya desde la primera exposición a la sustancia química.

- En las reacciones fotoalérgicas, es habitual la aparición de ronchas de tipo eccematoso, que pueden rebasar la zona irritada. A pesar de suprimir el fotosensibilizante, pueden persistir varias semanas. Es posible la existencia de reacciones cruzadas entre diferentes alérgenos relacionados estructuralmente, no dependen de la concentración del agente fotosensibilizante ni del tiempo de exposición, y tardan más en desaparecer, es decir, de 2 a 3 semanas. Las exposiciones posteriores van a desencadenar nuevamente las lesiones dentro de las primeras 48 horas